Casa Gilardi: Una piscina en el comedor.
En 1976 el arquitecto mexicano Luis Barragán construyó su última obra, una vivienda en Ciudad de México para la familia Gilardi, con solo dos condicionantes impuestos por la propiedad: debería respetarse un árbol jacarandá que existía en la parcela y debería realizarse una piscina.
Con estas premisas, Barragán creó un producto de la cultura méxicana con sus colores, texturas, tratamiento de la luz.... Arquitectura autóctona, pero arquitectura moderna.
Para respetar el jacarandá realiza un patio interior, cerrado a la calle. El patio rodea al árbol.
EL CORREDOR.
Para comunicar una parte y otra de la vivienda que estaban interrumpidas por el patio, crea un pasillo con aberturas verticales que filtran una suave luz amarillenta.
COMEDOR-PISCINA.
Al final del pasillo encontramos una puerta que nos introduce en una sencilla estancia que constituye el espacio central de la casa, un comedor-alberca donde el único mobiliario es una mesa con sus sillas correspondientes.
La luz cenital baña las paredes. El muro rosa situado en el centro de la piscina no tiene más función que crear una cierta tensión en el espacio.
EL COLOR.
Barragán aprovecha el colorido de la cultura mexicana para el tratamiento de los paramentos de la vivienda, basándose en las obras de Frida Kalho, Diego Rivera y Chucho Reyes.
"SILENCIO. En mis jardines, en mis casas siempre he procurado que prive el plácido murmullo del silencio, y en mis fuentes canta el silencio".
Extracto del discurso de Luis Barragán en el acto de entrega del premio Pritzker en Washington. 1980




No hay comentarios:
Publicar un comentario