"La obra mejor es la que se sostiene por su forma". Eduardo Torroja.
La necesidad agudiza el ingenio.
En las décadas posteriores a la posguerra se desarrollaron en España soluciones arquitectónicas de cubiertas a gran escala que permitían salvar grandes luces con elementos de hormigón.
Estas soluciones eran fruto de la investigación de profesionales que buscaban soluciones económicas y prácticas en una época en la que escaseaba el acero. Gracias a su aportación se crearon obras arquitectónicas intemporales.
Hipodrómo de la Zarzuela (1941).
Eduardo Torroja , que era ingeniero de Caminos, ganó en 1934 el concurso del Hipódromo de la Zarzuela junto a los arquitectos Carlos Arniches y Martín Dominguez.
De él es el diseño del manto ondulado de la cubierta que cubre la grada de espectadores. Se trata de una lámina continua de hormigón en voladizo de una longitud de 13 m. y que está suspendida de unos tensores verticales en su parte posterior.
El resultado es simple y sencillo, de una gran plasticidad, con espesores de hormigón de 6 cm en el borde de las láminas.
Central Lechera Clesa (1961).
Alejandro de la Sota proyectó este edificio que constituye un ejemplo singular de arquitectura industrial de posguerra en el año 1959.
La estructura evita el escaso acero existente en ese momento recurriendo al innovador, entonces, sistema estructural de hormigón pretensado para cubrir los espacios abiertos sin pilares.
El complejo estuvo a punto de ser derribado para la construcción de viviendas en 2014, pero una intensa campaña a favor de su protección por parte de Asociaciones de Arquitectos y ciudadanos logró parar su demolición y que se iniciase el proceso para su catalogación y conversión en equipamiento público.
Centro de Estudios Hidrológicos (1963).
Las "vigas hueso" de Miguel Fisac surgen como investigación personal respondiendo a las necesidades de un encargo concreto, la cubierta del Centro de Estudios Hidrológico cuyo proyecto le fue encargado en 1959. Necesitaba una planta libre y con iluminación uniforme para la zona donde se iban a construir los modelos hidráulicos.
Fisac diseñó una estructura de cubrición formada por vigas huecas de 1 m. de longitud que se ensamblaban unas con otras para cubrir los 22 m. de luz y que estaban realizadas en hormigón pretensado.
"Al tantear cómo unir una pieza de sección rectangular o triangular a la pantalla para conseguir la luz celeste deseada, me encontré con una figura que me recordó la sección de los huesos de las extremidades de los animales vertebrados. Entonces pedí que me trajeran unos huesos de vaca de la carnicería y, al comprobar su semejanza, adquirí la convicción de que marchaba por buen camino”. Miguel Fisac.







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